19.9.06

Nubladete

¡Parece que por fin ha desaparecido el Sol! Por fin tenemos un día típico centroeuropeo, después de las dos semanitas largas que nos hemos tirado con asfixiantes temperaturas veraniegas. Estaremos a unos 17ºC, y tiene pinta de llover. ¡Qué "gustirrinín"! (bicicleta sin...)

La gente me mira raro cuando digo estas cosas, sobre todo cuando añado que el tiempo en España me agobia. Reconozcámoslo: El tiempo en España, en verano, con sus treintaymuchos grados, es ideal para tocarte los temas, pero si tienes que hacer cosas es infernal. Ya te puedes duchar por la mañana prontito, que los dos minutos que separan tu casa de la panadería van a sobrar para que llegues asquerosamente sudado y pegado tu ropa. Por si fuera poco, en todas partes, desde el autobús al bar de la esquina, tienen el aire acondicionado, que suele estar puesto a cero grados ("ni frío ni calor, oiga"), con las dilataciones y contracciones que ello conlleva. Aún recuerdo con cariño los exámenes de junio/julio y de septiembre de la universidad (Sí, éramos JASP -- Julio, Agosto y Septiembre Puteados), con 40º en la calle y nosotros haciendo el examen en el aulario con chaqueta. Y en Alemania uno aún sufre más cuando se superan los 30º, que por aquí no suele haber aire acondicionado.

Reconozcámoslo: Con 35º en la calle a uno no le apetece trabajar, porque lo que realmente le gustaría es estar tumbado en un parque bajo un árbol frondoso, como mucho haciendo una barbacoa, o remojándose en la piscina. Pero con 15º y lluvioso, uno está metido en su despachito y no tiene la sensación de estar perdiéndose algo.

Además, a partir de los 25º, estar en un despacho con 15 ordenadores encendidos es insufrible. A no ser que estés en España. Entonces vas con chaquetita.

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