29.6.06

La basta

Ayer la tarde era buena. Ya no hacía el calor de los días pasados, se estaba bien. Después de estar un rato en la universidad, quedé para cenar con Carlitos, cerca del Jardín Zoológico. Me quedé con él esperando su autobús. Cuando se fue, en lugar de ir a la estación para coger el tren, subí al primer autobús que vi. Resultó ser el 200, que va por todo el centro, y es de dos pisos. Bien -- dije, -- adelante.

Tenía ganas de dar un par de vueltas antes de ir a casa, de ver la ciudad al caer la tarde. Hubiera preferido coger otro autobús, cualquiera de esos que se deslizan por calles y barrios totalmente desconocidos para mí, o alguno que serpentee por las zonas más profundas de mi barrio, pero no había ninguno que llegara hasta allí desde donde yo me encontraba, así que cogí el que mejor me venía para hacer la conexión con el tranvía.

En el autobús reinaba un silencio casi completo. Yo estaba sentado arriba, en la tercera fila. En la primera fila, una matrimonio mayor y un anciano solitario. Delante de mí, unos italianos: el padre, que parecía Nek, y la hija, que no tendría más de ocho años.

A las pocas paradas la tranquilidad se rompió: al autobús se subió un grupo de unas ocho personas, todos con su botella de cerveza en la mano. Debían ser guatemaltecos. Hablaban alto, estaban contentos, no paraban de hacer bromas y contar chistes. El contraste con la tranquilidad de antes molestaba un poco, pero se podía soportar. Ahí reconocí la costumbre de todos los que hablamos español: el levantar la voz para hacerse oír. Cada uno de los que hablaba elevaba el tono un poquito más. A veces parecía una competición.

Como digo, soportable. Hasta que llegó "la lista". Unas cuantas paradas más, y un grupo de chicos (15%) y chicas (el resto) de unos dieciocho años, del "Pais Anteriormente Conocido Como España", subieron al autobús. Estos sí que hablaban alto. Pero sobre todos ellos destacaba la chica más BASTA que he conocido. No sólo porque su lenguaje es ya de por sí bastante bastorro, si no porque en su boca la cosa adquiría proporciones grotescas. No hablaba, no, GRITABA. Aunque sólo fuera para decir dos palabras, con esa costumbre tan propia de nuestras tierras que consiste en pensar que se es poseedor de la Verdad Absoluta. Además, esto se veía reforzado porque abría bastante la boca, para opinar sobre todo, normalmente en actitud crítica y negativa, a la vez que bastante garrula.

Me puso negro, de verdad. Me hubiera encantado tirarla por la ventana, probablemente con ella gritando algo así como "paru ca fas!?" Pero no lo hice. Al fin y al cabo, todo el mundo tiene derecho a la vida. Es mejor ignorar a personas así, descerebradas que vomitan como loros lo que les meten en la cabeza, que siempre están de mala leche y que todo les parece mal (menos lo suyo).

Menos mal que ya no tengo que sufrir a este tipo de gente tan a menudo...

28.6.06

Proposición indecente

Ayer, con la derrota de España, la volvimos a pillar gorda. La última hora en la discoteca me la pasé pidiendo vasos de agua para contrarrestar al alcohol y disminuir la resaca del día siguiente. Por suerte funcionó, si no ahora estaría tirado en la cama deseando estar muerto.

Estoy un poco harto de tanto alcohol, seguro que no es bueno y me estoy pudriendo por dentro. Por eso me he propuesto dejar la bebida por un tiempo. Veremos cuánto aguanto. Supongo que hasta que dentro de un rato me llame algún colega para quedar a tomar unas cervezas...

22.6.06

Madrugar

13:18. Me acabo de levantar. Unas cinco horas después de lo que había previsto. Y es que yo ayer no tenía pensado salir. Tenía pensado volver pronto a casa, hacer la colada e ir a la cama. Pero, como suele pasar, cuando no tienes pensado salir, lo haces y te lo pasas de puta madre.

Yo ayer estaba trabajador, me quedé en la universidad hasta tarde, hasta las ocho o así. Mientras tanto había estado tanteando a gente, para ir a ver el partido de las nueve tomando un par de cervecillas. Unos amigos iban a verlo en Kreuzberg, pero eso me quedaba a mí muy lejos y me daba pereza ir hasta allá.

A todo esto me llama Migüelillo, que estaba con una amiga y que iban a ver qué se cocía por la Fête de la Musique. Perfecto pues. Será cosa de dar una vueltecilla, ver cómo está el tema y al sobre. Total, que quedamos en el Mauerpark.

Al llegar allí me cuentan Migüelillo y su acompañante que no está mal y tal, pero que el rollete es muy de tranquis, que prefieren ver el fútbol. Pues a ver el fútbol que vamos. Dimos una vuelta por el barrio, pero no había mucho ambiente de fútbol. Al final nos sentamos en la terraza del August, y allí que vimos el partido que, por cierto, fue un poco truño. Más aún si detrás de ti tienes a dos artistas tocando la guitarra todo el tiempo y molestando a toda la gente de la terraza que, obviamente, estaban allí para ver el fútbol, sin poder oír los comentarios gracias a ellos.

Después del partido, decidimos ir a por la última cerveza. La amiga de Migüelillo se despidió, y entretanto había venido el austríaco, Oida. Con él que nos fuimos y acabamos en el bar de absenta, para tomarnos "la última cerveza". Ferpecto. Hasta ahí todo bien. Hablando de puta madre, pim pam, sin problemas. Lo chungo fue cuando el Oida dijo que tenía que irse, porque Migüelillo y yo decidimos quedarnos "un poquito más". Y ya de paso, probar la oferta de la absenta a dos euros, con la mariconadita del azúcar y las cerillas. Mientras tanto viene el MedioFrancés, y con él seguimos pidiendo absentas y hablando, hasta que, para nuestro regocijo, se nos trabaja un cigarrillo de los huelen. Migüelillo y yo llegamos al punto de no retorno en este momento; es decir, el punto en que has cogido el puntito y no puedes irte a casa a dormir, si no que tienes que ir a algún sitio a bailar y a tocar culos.

Perfecto pues. Migüelillo y yo partiéndonos todo el rato, diciendo tonterías, hasta que llegan los amigos del MedioFrancés, que estos sí que son franceses completos. Atmósfera de apalancamiento total. A los aproximadamente diez minutos de llegar ellos nos levantamos, con un par, y les decimos que nos vamos de fiesta, que hasta luego, nos vemos allí. Por supuesto, no vinieron, porque los tíos son unos apalancados de primera. Fue un poco de mala educación irse así, pero si no lo hubiéramos hecho, aún estaríamos ahí hablando del sentido de la vida, y no apetece.

Total, que poco a poco llegamos a nuestro destino, Alte Kantine, templo de la fiesta de los miércoles por excelencia. Unas palabritas con la de la entrada, pim pam, y nos sacamos un mitad de precio de clientes habituales: 1,50€ cada uno. El sitio, como siempre, lleno hasta los topes. Mucho alcohol, mucho pfand recogido, muchas canciones pedidas al dj coleguita, y unos cuantos españoles que habían venido a ver a la selección y estaban "relajándose" un poco. Un poco pesados, eso sí, todo hay que decirlo. Que cuando te encuentras a un español en una discoteca en el extranjero siempre acaba haciendo las mismas gracias y los mismos comentarios.

Lista de bebidas de Migüelillo y yo de ayer, por persona:

- 2x Cervezas de 1/2 litro.
- 4x Absentas.
- 1x Whisky Red Bull.
- 1x Tequila marrón.
- 2x Jägermeister.

...con lo cual se puede entender que nos quedáramos hasta que se hizo de día. Todo acabó bien, con un currywurst en Konnopke y pillando la cama a las siete.

Hacía tiempo que no hacía un mano a mano con Migüelillo, como en los viejos tiempos. Se agredece volver al AK y ver que todo sigue igual, con el DJ loco, la bailarina de los miércoles, la vieja fotógrafa... Toda esa fauna que uno acaba conociendo a base de repetidas visitas. Y encima la música es buena. ¿Qué más se puede pedir? Aún recuerdo cómo se despidió el Oida de nosotros, a eso de las doce:

Oida (a nosotros): Vosotros ahora saldréis, ¿no?
Nosotros (al unísono): Nooooo, noooooo, una birrita más y a casa.

Hay que ver...

21.6.06

Día de fútbol

Ayer hizo mucho calor. Estuve tentado de ir a la universidad vestido de guarrete, con los piratillas y tal, como si fuera a la playa, pero como aún me queda algo de decencia, opté por los vaqueros largos. Por el camino mucha gente, muchos extranjeros preguntando cómo se va al estadio y al final, llegada a la uni. Un poco de trabajo. ¿Por qué no va el amplificador? Nada, a sacar el soldador y a pelearme con el estaño. Pim pam, pim pam. Lo conecto al dimmer. Siguen saliendo valores raros. Joder. ¡Si sólo son tres resistencias y un amplificador operacional! Esto no puede ser. Casi mejor hago una pausa. Mando un sms a Kiking. Quedamos para comer, arriba, donde siempre. Y como siempre, la comida está de puta madre. Me propone ir a ver el fútbol en el parque, con las masas. Paso.

Segundo acto. De vuelta al laboratorio. Casi me abro la cabeza contra lo que estoy montando, qué dolor, joder. El laboratorio se vacía y nos quedamos el Tímido y yo solos. Se oyen gritos de alegría. Me comenta que hoy iban a montar una historia en el departamento para ver el fútbol. Vamos a investigar. Efectivamente; ni cortos ni perezosos, los tíos han cogido el proyector, lo han llevado a la sala de conferencias y están todos sentados allí viendo el partido. Pues nada, nos unimos a ellos. Muy comedidos. De vez en cuando uno aplause tímidamente o ahoga un "ayayayayayayayyyyy..." Se nota que falta cerveza.

Cuando termina el partido, todos desaparecen para volver a lo que estaban haciendo. Sigo trabajando. Sobre las ocho me llama el Austríaco. Decidimos ir a ver el último partido, en el centro. Le espero en la estación leyendo un libro, y vamos a un pub irlandés. Aparte de que el partido es mucho mejor, el ambiente no tiene nada que ver con lo de hace unas horas: Aquí sí que corre el alcohol. Nos calzamos un par de birras cada uno (Guinnes y Kilkenny) y un buen Club Sandwich, que está buenísimo. Después, a casa. Hace calor y entre la comida y la cerveza entra un sueño peligroso. De todas formas, como soy un perro, al final me quedo un par de horas delante del ordenador... Es la cosa de no tener tele.

20.6.06

Gilipollas

Pues sí. Este fin de semana he escapado de la ciudad. No más fiesta. No más alcohol. No más humo de tabaco. Necesitaba un cambio de aires. Romper totalmente con la vida urbana. Así que el viernes cogí un tren, rumbo a un pueblo que hace frontera con el país vecino.

Este mismo recorrido lo había hecho en invierno. Entonces todo estaba yermo, muerto. Ahora, en verano, el cambio ha sido radical, y todo es verde y frondoso. Me gusta estar en un país donde realmente hay estaciones, y no todo es monótono. Hacia el final del trayecto se subieron al tren un par de neonazis, borrachos, armando follón. Entonces bajé la cabeza y me puse a mirar por la ventanilla, disimulando. Y en ese momento entendí a todos los emigrantes de todo el mundo, y me dí cuenta de lo hipócritas e hijosdeputa que somos. Todos. Esto me hace pensar en que ayer España jugó contra Túnez, y más de uno se acordaría de las madres de los "moros" de Túnez. Pues a uno de esos me hubiera gustado cogerlos y sentarlos en el vagón de tren donde yo estaba el viernes, a ver si se atrevía también a decir en voz alta "Estos putos nazis subnormales", o algo por el estilo.

Por suerte no pasó nada, a pesar de mi cara de español, y llegué al pueblo.

Y lo mejor que me pasó allí fue el volver a encontrarme con la naturaleza. El sol brillaba con fuerza. Con mucha fuerza. Y todo era vida. Los bichitos, que antes tanto asco me daban, los recibía ahora con una sonrisa, dejaba que me subieran por la mano y que revolotearan a mi alrededor. Todo era vida. Las flores, los arbustos, los árboles. Mis ojos se llenaban de vivos colores, mi nariz olía las mil flores que allí había a la vez (junto a alguna cagada de vaca). Todo era tan intenso que atontaba, hacía daño a la vista.

Y es en momentos como ése cuando me doy cuenta de lo gilipollas que somos todos, y de cómo nos gusta complicarnos la vida. Con lo simple que es todo. Joder.

19.6.06

Qué bueno está el arroz blanco...

...cuando le añades un par de ajos. Delicioso.

Por cierto, este fin de semana he dejado la Gran Ciudad y me he perdido por un pequeño pueblo de los alrededores. Hay que ver cómo bebe esta gente. Increíble.

15.6.06

Aire acondicionado

Estoy en mi habitación, sudando. Como un cerdo. Por suerte el aire no es húmedo, y no tengo esa sensación de ahogo que tendría en otros sitios. Debemos estar a 25ºC. Una mierda si lo comparas con las temperaturas del sur de España en verano, sí, pero cuando vives en una ciudad preparada para soportar 20ºC bajo cero, "los veranos son muy crudos": En casa, en el tren, en el metro, el calor es asfixiante.

Ayer vimos el fútbol en un café de estudiantes (verlo solo es bastante aburrido; lo interesante es verlo con gente de este país, es increíble cómo se ponen, con lo serios que son ellos normalmente), y el único momento de respiro fue cuando salí fuera con Enriqueta y nos tumbamos sobre la hierba en la gran rotonda que hay al salir de la universidad. Qué suerte que aquí haya tantos espacios abiertos, donde te puedes sentar sin prácticamente oir tráfico y con nadie en 20 metros a la redonda, y eso en el centro de la ciudad... A ver si hoy consigo vencer a la vagancia y, a pesar del calor, ir a la universidad, aunque sólo sea por un par de horas...

14.6.06

El día perro

Ayer tocó día perro. Esto sucede cuando te pasas el día metido en casa sin pisar la calle, generalmente delante del ordenador. Yo quiero hacer cosas, quiero salir, quiero moverme, pero una fuerza superior a mí me lo impide. No sé si será por el calor que está haciendo estos días por aquí, o si simplemente es porque soy un puto perro y un viciao. El caso es que ayer supe que tenía el día perro desde que sonó el despertador a las 6:30, me levanté, lo apagué y me volví a quedar sobado. Hay que tener en cuenta que si me levanté es porque tengo el despertador sobre el escritorio al otro lado de la habitación, no junto a mi cama, precisamente para evitar cosas como ésta, pero esta vez no funcionó, ¡ja!

Me desperté unas horas más tarde, a eso de las 9, felicité a Juanito, mi compañero de piso, que cumplía 30 años, y ahí terminó todo, más o menos. El resto del día no sé cómo lo hice, pero estuve completamente enganchado al ordenador: las noticias, los cómics, algún que otro blog, una partidilla al Starcraft, un intento de hacer un par de diapositivas para una presentación...

En fin, que mi planning del día era:

- Levantarme pronto.
- Ir a correr.
- Ir a proyectar un rato.
- Ir al Gran Centro Comercial a comprar un poco de vino para regalar.

Y lo que al final hice:

- Nada.

De hecho, los únicos momentos en los que me separé del ordenador fue por necesidades básicas: Bien para alimentarme, bien para... Bien... Por necesidad.

Bien... Ya veremos qué pasa hoy...

13.6.06

El Show de Sodoma y Gomorra

"Sun! Sex! Sin! Divine intervention! Death and destruction! Ladies and gentlemen, welcome to the Sodom and Gomorrah Show!"

Así empieza "The Sodom and Gomorrah Show", una canción que he descubierto en el último CD que me he comprado (Sí, yo aún compro CDs de vez en cuando). La canción relata la historia del narrador, que siempre había llevado una vida anodina y recatada ("A stranger to champange"), al que llevan a lo que parece una vida de depravación y destrucción, que después acaba convirtiéndose en una experiencia liberadora donde acaba aprendiendo el sentido de la vida, por así decirlo: "You've got to love to learn to live/Where angels fear to tread"; es decir, hay que ser valiente y arriesgarse si quieres aprovechar la vida al máximo. Una vida recluída e inocente no es vida. Viviendo la vida al máximo es darle sentido a tu vida, que es, como dice la canción, "a one-in-a-lifetime production".

Esto enlaza con lo que comentaba en otro post hace unos días. En la época actual la gente joven tenemos muchas más oportunidades que antes para viajar, para conocer el mundo, otras culturas, otra gente... Muchos se quedan de brazos cruzados, prefieren quedarse en su pueblo o ciudad, tener un trabajo lo más cerca posible de casa y vivir con los papis o muy cerca de ellos. Pero hay otros que hacen las maletas y se van, a lo que al principio puede parecer "una vida depravada", como dice la canción; de hecho a las becas Erasmus se les llama "Orgasmus"... Pero todo lo que se aprende en esa vida de depravada no se aprende en ningún sitio; no se aprende cogiendo un trabajo de mierda en neumáticos pérez porque está a cinco minutos andando de tu casa, no se aprende encerrándote dos años en casa para sacarte una oposición y acabar con un horario, puesto y sueldo fijo el resto de tu vida, no... Se aprende haciendo lo ha hecho gente como Fuckowski, GonzoTBA, Asturiano... Se aprende yendo al Show de Sodoma y Gomorra y viviéndolo al máximo.

"Even now I think of how you turned to me to say, are you gonna go..."

12.6.06

(fanatismo)^n

Vaya con esto del fútbol... Aunque a uno no le guste especialmente, la verdad es que se contagia uno del ambientillo que se respira por todas partes. De hecho, el otro día estaba ojeando un blog sobre el tema, y me quedé con la boca abierta al ver los comentarios de la gente, basados principalmente en el insulto y la descalificación. Todo un ejemplo del nivel y la educación del pais, sí señor. Fanatismo rabioso. Recordemos que hace unos años un tío se cargó a otro durante una discusión sobre fútbol. Escalofriante, ¿no?

El problema es que esta irracionalidad no se limita al fútbol. En este nuestro pais, la política está cubierta también de fanatismo mierdoso y maloliente. Una gran mayoría de gente no se dedica a pensar por sí misma y a apoyar ideas y propuestas determinadas, no. La gente hace como con el fútbol: Apoyar ciegamente a "su" partido y gritar rabiosa contra el opositor, muchas veces azuzada por unos y otros, por periodistas más interesados polemizar y en contar "su" verdad (que raras veces tiene relación alguna con la realidad), y que mucha gente sigue y cree a pies juntillas, como si fuera su biblia de partido.

Lo más triste, de todas formas, es que a los políticos eso les interesa. Eso de llevarse bien y trabajar por el bien del pais no genera ni votos ni publicidad. Es mejor mantener una batalla campal, despreciando todas las propuestas del contrario, aunque sean buenas, y cerrándose en banda, echando mano de alguno de esos insultos que tan guays son ahora, como "facha" o "cultureta". Pero no debería sorprendernos, si tenemos en cuenta que los políticos suelen ser charlatanes, gente que no sirve para nada, que son malos en lo que han estudiado y que por eso se meten en política, para engañar a la gente y vivir del cuento. Miren si no al amigo Hitler. Menos ideología y más gestión, es lo que digo yo. Yo elegiría mucho antes a una persona bien preparada y con experiencia, como un buen ingeniero que a un charlatán profesional. El problema es que el ingeniero no es tonto, y pronto se huele de qué va la cosa, más aún cuando la seriedad no vende y es mucho mejor el espectáculo y la polémica, y se dedica a lo suyo: trabajar bien y ganar dinerito.

La democracia no funciona ya. Se ha convertido en un circo. Estaríamos mucho mejor si pusiéramos en práctica lo que sugiere Scott Adams, creador de Dilbert, en su blog...

9.6.06

Se vende

Yo soy ante todo liberal. Para resumir un poco mi filosofía sin que resulte aburrida: "Que cada uno haga lo que le dé la gana, pero sin molestar." Pero todo tiene un límite.

En los últimos años nos hemos ido acostumbrando a que las marcas se metan cada vez más en nuestra vida. "Los consumidores son como las cucharachas" -- dijo una vez un publicista -- "los vas rociando con publicidad, pero cada vez se hacen más resistentes, y tienes que aumentar la dosis." Muy simpático el amigo, ¿no? Bien, la triste realidad es que así es como piensa esta gente, de ahí que, lo que al principio consistía en unos capullos que se dedicaban a hacer publicidad gratuita llevando camisetas con la marca de las mismas como única decoración, ha ido aumentando, casi sin darnos cuenta, pues nos hacemos inmunes y los publicistas aumentan la dosis: La publicidad en los vagones de tren ha ido creciendo hasta cubrir el vagón entero, cual grafitti (pero mucho menos interesante), si te conectas a Internet usando wireless te puede salir un anuncio de la farmacia de la esquina, en Noruega las llamadas internacionales te salen gratis si permites que introduzcan cortes en la conversación cada cierto tiempo para introducir publicidad, la biblioteca de la universidad se llama ahora Biblioteca Volkswagen...

...Y lo último es que la liga alemana, conocida como Bundesliga, va a pasar a llamarse T-Com-Liga, en honor a los amigos de Deutsche Telekom. No está mal, ¿eh? ¿Habrá que pagar una multa por infringir el copyright si alguien dice Bundesliga en lugar de T-Com-Liga? Creo que fue el gran Douglas Adams quien decía que la exploración de las estrellas pertenecería a las grandes corporaciones: Galaxia IBM, Constelación Microsoft, Planeta Starbucks... Cosas que ya no parecen un disparate en absoluto. Y lo que es aún peor... ¿El próximo paso? Cambiar el nombre de las ciudades o países por marcas: Ciudad Vodafone, "Finland, home of Nokia" (tm), Deutsche Bahn Konzernzentrale... Si Huxley hubiera escrito su libro más famoso ahora, estoy seguro de que todos los humanos fabricados vendrían con número de serie y logo de la empresa...

7.6.06

El retorno de la novia

Ayer quedé a cenar con D. Hacía tiempo que no le veía, así que me alegré bastante. Le encontré bastante alegre, a pesar de que su novia, L., había vuelto a su pais tras un par de meses aquí intentando encontrar trabajo, sin éxito. No me sorprende, pero me asquea. Me asquea la gente que se da por vencida tan pronto, que no se esfuerzan. Yo soy de la opinión de que una persona debe intentar mejorar constantemente, casi más importante que saber cuáles son tus virtudes es tratar de identificar tus defectos. No sólo para conocer tus limitaciones, sino también para intentar, en lo posible subsanarlos. Si no haces eso, si te limitas a pasar por la vida quedándote en tu pequeña parcela conocida y no estás dispuesto a luchar, entonces, ¿qué haces aquí? Así no se aprende, así no se mejora, así sólo se vive una pequeña vidilla acomodada de mierda.

Así son las cosas. Yo prefiero salir al extranjero y echar tremendamente de menos a mi familia, a quienes quiero por encima de todo, que quedarme en mi pais mirándome el ombligo y pensando que lo mío es mejor que lo de los demás. Como más se aprende es viendo mundo, conociendo otras culturas y otras gentes, otras formas de ver la vida.

Prefiero salir de casa de mis padres y buscarme un piso compartido, alquilado, como hace todo el mundo en nuestro continente, en lugar de quedarme con ellos hasta los cuarenta años, llorando porque no tengo 600.000 euros para comprarme un piso de 50 metros cuadrados a 60 kilómetros de la ciudad.

Y es que, cuanto más tiempo pasas quejándote, menos tiempo pasas haciendo cosas útiles.

6.6.06

Vergüenza...

Por cosas como ésta me da verdadera vergüenza tener la nacionalidad española... Por supuesto, los agresores pertenecen a ese grupo de jóvenes alternativos, independientes, de clase baja y oprimida, modernos, tolerantes (ja, ja), antifas (ja, ja, ja) y opuestos al racismo (jajajajajaja...)

Como para intentar dialogar con ellos...